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Memoria y duelo: Día de Difuntos




Tradiciones y reflexión

En España, el Día de los Difuntos se celebra el 2 de noviembre, un día después de la festividad de Todos los Santos. Esta fecha es un momento dedicado a recordar y honrar a los seres queridos que han fallecido.

Aunque las costumbres varían en diferentes regiones del país, existen algunas tradiciones comunes y prácticas significativas asociadas con esta fecha. El propósito de este día es permitir a las familias y amistades rendir homenaje a sus seres queridos fallecidos y hacer memoria de los antepasados, al proporcionar un momento de introspección y conexión.

Aunque la forma de celebrar el Día de los Difuntos en España puede no ser tan festiva y colorida como México y otras culturas, es igualmente significativo para quien decide o necesita conmemorarlo. Es un día para reflexionar sobre la vida, la muerte y el legado de quienes que nos han precedido, y para encontrar consuelo y comunidad en el acto de recordar juntos.


Despedidas y ritos funerarios 

Una de las prácticas más extendidas es visitar los cementerios para limpiar y decorar las tumbas de los seres queridos. Las familias colocan flores frescas —especialmente crisantemos— y encienden velas en las sepulturas. Este momento propicia la reflexión, el recuerdo y el reencuentro familiar.

En muchas localidades, las iglesias celebran misas especiales en honor a los difuntos. Estas ceremonias, que incluyen oraciones por las almas de los fallecidos, son parte integral de la conmemoración. Algunas familias y comunidades españolas también preparan pequeños altares en casa o en las iglesias, donde colocan fotos de sus seres queridos, velas y flores.

En ciertas regiones, es costumbre preparar y compartir dulces típicos como los "huesos de santo", buñuelos de viento y panellets. Estos dulces asociados con la festividad conmemoran a las personas queridas.

En algunas zonas de Cataluña, es tradicional la celebración de la Castañada, que coincide con el Día de Todos los Santos. Durante esta fiesta, se degustan castañas asadas, panellets y boniatos, fusionando el recuerdo de los difuntos con una celebración más amplia del otoño.

En Galicia se celebra el Samaín, una tradición de origen celta que pervive en algunas partes de la región. Similar al Halloween anglosajón, esta celebración incorpora elementos que evocan a los difuntos.

Como suelen decir, la muerte es lo único seguro que tenemos en la vida. Nuestra mortalidad es una parte inherente de nuestra experiencia, identidad y cultura. Sin embargo, en la cultura occidental hemos decidido colectivamente —sin acordarlo explícitamente— no hablar de ella y actuar como si no existiera hasta que ya no podemos seguir ignorándola.


La muerte: tema tabú  

Es curioso como las celebraciones del día de los difuntos hacen ruido, ahora más que nunca con la cultura anglosajona que tiñe de color y de eventos diferentes este día del año. Sin embargo, existen temas relacionados con la muerte que no se celebran con tanto fervor debido a la influencia cultural.

En algunas culturas se estigmatiza la expresión de emociones intensamente negativas como la ira o la desesperación profunda, ya que pueden ser vistas como inapropiadas o incómodas socialmente.

Se espera con frecuencia que las personas mantengan una apariencia de fortaleza. Incluso en algunos contextos existe una presión social para «superar» la pérdida en un periodo de tiempo considerado «razonable». El uso de medicamentos para manejar los síntomas del duelo, como la depresión o la ansiedad también puede ser visto como un signo de debilidad o dependencia, y no siempre es apoyado.

El duelo prolongado puede ser visto como una señal de debilidad o incapacidad para manejar la pérdida por la asociación cultural con la salud mental, pero en cuestiones de dolor no hay nada escrito ni en los manuales clínicos.

Las muertes por suicidio o violencia son particularmente tabú y a menudo generan un estigma adicional para los sobrevivientes. A nivel familiar es frecuente encontrar sentimientos como la vergüenza o la culpabilidad, aunque sí es cierto que existe una tendencia creciente en nuestra sociedad a evitar menos estos temas y abordarlos más abiertamente.

Hablar sobre la muerte y lo que ocurre después puede dar miedo, ser incómodo o hasta tabú, lo que dificulta expresar nuestros miedos y preocupaciones relacionados con estos temas.

Las prácticas funerarias y de duelo varían enormemente entre diferentes culturas y religiones. Las que no se alinean con las normas mayoritarias pueden ser mal entendidas o no respetadas.

Otros estigmas corresponden a las pérdidas que no son ampliamente reconocidas, como la muerte de una pareja en una relación no oficializada, la pérdida de una mascota o la muerte de un niño no nacido, a menudo no reciben el mismo apoyo social, lo que puede intensificar el dolor.

A menudo se subestima el impacto del duelo en los niños y adolescentes. Puede haber una tendencia a protegerlos de la realidad de la muerte o a minimizar sus sentimientos.

Por otro lado, en situaciones de largas enfermedades, los dolientes pueden llegar a sentir una especie de alivio cuando el ser querido fallece. Expresar este alivio puede ser visto como inapropiado o insensible. Retomar la vida social o comenzar nuevas relaciones románticas puede ser visto como una falta de respeto hacia la memoria del fallecido, especialmente si ocurre pronto después de la muerte.

Es importante reconocer que estos tabús pueden variar significativamente dependiendo del contexto cultural y social, y lo que se considera incorrecto o hasta prohibido en una cultura puede no serlo en otra.


El fallecimiento de un ser querido

El duelo es un proceso natural y necesario para afrontar la pérdida y adaptarse a una nueva realidad sin la presencia física de la persona amada, pese a ello, este proceso puede variar significativamente entre cada persona y está influenciado por múltiples factores.

El fallecimiento de un ser querido es una experiencia dolorosa que puede suponer un antes y un después según el vínculo con la persona que fallece y las circunstancias que nos rodeen en ese momento.

El duelo no es un proceso lineal, pero comúnmente se describen varias fases que muchas personas atraviesan:

  • La negación: una reacción de sorpresa e incredulidad al inicio del proceso que puede amortiguar el impacto de la noticia como un mecanismo de defensa.

  • La ira: surge a medida que la realidad de la pérdida se asimila, comenzando también sentimientos como la frustración. Esta ira puede ser dirigida hacia la misma persona que la sufre, a otras personas, o incluso hacia la persona fallecida.

  • La negociación: la persona intentar hacer tratos con una fuerza mayor o consigo misma, en un intento de revertir o minimizar la pérdida.

  • La depresión: profunda tristeza y a menudo una sensación de vacío. Es una etapa de duelo en la que la persona reconoce la magnitud de la pérdida.

  • La aceptación de la realidad de la pérdida. Esto no significa que la tristeza desaparezca por completo, pero la persona en duelo comienza a encontrar maneras de vivir con este vacío y avanzar con su vida.

Los signos de manifestación del duelo incluyen diferentes formas: emocionales, cognitivos y físicos.

A nivel emocional, hay ciertos sentimientos que pueden aparecer en personas de cualquier edad: la tristeza, ansiedad, culpa, ira, soledad, desesperanza, alivio (en casos de muerte tras una larga enfermedad).

La situación puede impactar nuestra capacidad cognitiva generando confusión, dificultad para concentrarse y pensamientos recurrrentes sobre la persona perdida para aprender a convivir con su ausencia.

En estos momentos también es común experimentar síntomas físicos como la fatiga, el insomnio, cambios en el apetito, dolores, molestias y debilidad ya que nuestro cuerpo lleva la cuenta de nuestras emociones.

Este conjunto de percepciones y pensamientos pueden favorecer un mayor aislamiento social, cambios en los hábitos diarios y evitación de lugares o situaciones que recuerdan a la persona fallecida.

La intensidad del duelo depende en gran medida del vínculo establecido, experiencias similares previas y la naturaleza de la relación compartida con la persona, así como las circunstancias alrededor de la muerte. Sin embargo, los seres humanos somos capaces de experimentar verdadero duelo por pérdidas de otro tipo, como el final de una relación significativa o un trabajo y necesitan ser procesadas como tal.


El proceso del duelo

El duelo es un proceso complejo y único para cada persona. Reconocer y validar las emociones asociadas con la pérdida es esencial para una adaptación saludable en estas situaciones.

Con el tiempo y el apoyo adecuado —ya sea profesional o personal—, muchas personas encuentran formas de integrar la pérdida en sus vidas y continuar adelante. Mantienen el recuerdo de su ser querido de una manera que les da fuerza y sentido. En este contexto, tener una red de apoyo de familiares, amistades o incluso grupos de duelo puede facilitar el proceso, como ocurre con los grupos de ayuda mutua. Compartir experiencias con otros que están pasando por situaciones similares también puede ser muy beneficioso, como sucede en los grupos de apoyo.

Profesionales en salud mental pueden ayudar a procesar emociones, desarrollar estrategias de afrontamiento y encontrar sentido en la pérdida mediante la terapia individual.

El fallecimiento de un ser querido es una experiencia personal y emocional. Cada cultura tiene sus propios rituales y prácticas para enfrentar la pérdida. En general, el duelo implica un proceso de adaptación para encontrar maneras propias de recordar y honrar la vida de quien falleció. Culturalmente, la participación en festividades como el Día de los Muertos puede ser una forma de encontrar consuelo y significado en la pérdida. Estas celebraciones permiten honrar la vida y las memorias compartidas con el ser querido.

Si necesitas un nuevo enfoque para integrar una pérdida, Proyecto Kintsugi cuenta con profesionales especialistas para acompañarte en este camino, celebrando la vida de aquellos que han fallecido y manteniendo viva su memoria.



María Gálvez

Psicóloga general sanitaria



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